La unidad básica de la actividad refleja integrada
es el arco reflejo, formado por:
Clasificación de los reflejos
- Por la división eferente del sistema nervioso que controla la respuesta. Reflejos somáticos. Son los reflejos cuyas respuestas están controladas por el SNC. Los reflejos cuyas respuestas están controladas por neuronas autónomas se llaman reflejos autónomos.
- Por su nivel de control nervioso. Los reflejos espinales se integran en la médula espinal. Los reflejos integrados en el encéfalo se denominan reflejos craneales.
- Por el tiempo en el cual se desarrolla el reflejo. Muchos reflejos son innatos; es decir nacemos con ellos y están determinados genéticamente. Ejemplos de estos están el reflejo de succión, el de presión, búsqueda. Otros reflejos se adquieren a través de la experiencia y son el reflejo aprendido, también llamado reflejo condicionado, por ejemplo el de control de esfinteres, comer, caminar.
- Por el número de sinapsis. El reflejo más simple es el reflejo monosinaptico denominado así porque hay una sola sinapsis entre las dos neuronas en la vía: una neurona sensitiva aferente y una neurona motora somática eferente.
- La mayoría de los reflejos tienen tres o más neuronas en la vía (y al menos dos sinapsis), lo que conduce a su designación como reflejos polisinapticos, entre estos podemos mencionar al reflejo de retirada.
Reflejos
craneales
Reflejo
fotomotor
Comienza en
la retina, sigue por el nervio óptico, prosigue por quiasma y cintillas ópticas
hasta el cuerpo geniculado externo, donde se separa de la vía óptica
dirigiéndose al tubérculo cuadrigémino anterior, de donde salen los estímulos
al centro de Edinger Wesphal. Desde aquí sigue la vía efectora parasimpática,
que alcanza el esfínter del iris.
Reflejo
corneal
Al tocar la
córnea con un algodón, se evoca el cierre de los párpados. Los impulsos
aferentes provenientes de la córnea viajan por la rama oftálmica del trigémino
hasta el núcleo sensorial principal del trigémino. El VII par proporciona la
inervación al músculo orbicular del ojo que evoca el cierre de los párpados.
Reflejos
corporales visuales
Los
movimientos exploratorios de los ojos y cabeza al leer, los movimientos
automáticos de ojos, cabeza y cuello hacia una fuente de estímulo visual o el
cierre palpebral ante un eventual peligro se explican por aferencias visuales
que viajan por el nervio óptico, quiasma y tracto óptico hasta los colículos
superiores. Aquí se originan las fibras que terminan haciendo sinapsis con
motoneuronas del asta anterior de la médula espinal y de los núcleos motores
del tronco encefálico.
Reflejo
mandibular
Puede
denominársele también maseterino (intervienen los músculos maseteros y
temporales). El sujeto permanece con la boca entreabierta y en esa posición se
percute con el martillo directamente en el índice de la mano izquierda
transversalmente debajo del labio inferior, bien apoyado contra la mandíbula, y
se percute sobre él. La respuesta es la elevación de la mandíbula.
Reflejo
de salivación
Al estimular los receptores gustativos de los
2/3 anteriores de la lengua, los impulsos se conducen por el VII par hasta el
núcleo del tracto solitario. Este núcleo envía sus axones a las neuronas
parasimpáticas de los núcleos salival superior e inferior. Las fibras
preganglionares de éstos forman parte del VII y IX par y se dirigen hacia los
ganglios esfenopalatino, submandibular y ótico. Las fibras postganglionares
inervan a las glándulas salivales y estimulan la salivación.
Reflejo
faríngeo o nauseoso
Al
estimular la mucosa faríngea, esto produce la contracción y elevación del
paladar blando. El IX par craneal (glosofaríngeo) es quien lleva las aferencias
hacia el núcleo del tracto solitario. En el núcleo ambiguo se estimulan las
motoneuronas que forman parte del IX y X
par craneal, que inervan los músculos voluntarios del paladar y la faringe
Visto en clase de Fisiología por el Dr. Javier Vega
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