
Cresta alveolar. Es lo único que nos queda en la cavidad oral que pueda servir de apoyo en los desdentados.
Agujero mentoniano. Es un forámen en la
zona de la mandibula por donde el
dentario surge hacia la superficie del hueso. El punto de referencia es entre
el primero y el segundo premolar. El proceso de reabsorción puede ser tan
acusado que llegue al agujero mentoniano, de modo que cualquier presión que
ejerce la prótesis puede apretar sobre el paquete vascular nervioso del
mentoniano.
Torus (excrecencias óseas). Son exostósis
óseas que aparecen principalmente por lingual. Pueden llegar a impedir la
rehabilitación protésica, así que habrá que valorar si es preciso llevar a cabo
una cirugía.
Apófisis geni. A diferencia de lo que ocurre con la
cresta alveolar, las apófisis geni son unas formaciones óseas, origen del
músculo geniogloso y genihioideo situadas en la cara interna de la mandíbula a
nivel anterior que no se reabsorben, por lo que pueden ocasionar problemas
añadidos a la hora de la elaboración de nuestra prótesis. Puede aparecernos en
fenómenos muy importantes de reabsorción, se palpan debajo de la
prótesis. Allí se inserta un músculo, de modo que si apoyamos en el se puede
mover la prótesis
Almohadilla retromolar (Inserción ligamento
pterigomandibular). Es una masa de tejido blando, que determina la terminación
distal del borde residual del maxilar inferior. Es muy importante que la
prótesis recubra esta zona. Está normalmente por distal de los 8. Implican
zonas de bajísima reabsorción. Esto es importante porque si colocamos la
prótesis ahí no se va a reabsorber.
Agujero palatino
anterior. La podemos palpar con la punta de la lengua, justo detrás de los
incisivos superiores. Se llama también papila retroincisal y sale el paquete
vasculo-nervioso del maxilar superior en la línea media del paladar duro en la
parte anterior.
Ruguets palatinos. No es hueso, es fibromucosa, muy dura
y queratinizada. Son unos repliegues de la fibromucosa que forman surcos en el
tercio anterior del paladar. Permiten que la lengua comprima los alimentos para
captar los sabores. Tienen algunas terminaciones gustativas, pero esto no
justifica que al poner la prótesis, los pacientes pierdan el sabor, porque la
mayoría de la terminaciones están en la lengua. Al realizar la prótesis se
deben reconstruir esas irregularidades citadas antes, que sirven para comprimir
los alimentos. Si copiamos los ruguets en las prótesis corremos el riesgo de
que se acumule alimento y otras sustancias.
Apófisis piramidal del maxilar. Se encuentra a nivel
del primer molar superior (vertical). Es una estructura ósea que a veces obliga
a cortar la periferia de la prótesis para evitar sobrepresiones. Hay que evitar
el recubrimiento de esta zona por la prótesis.
Tuberosidad retromolar. Punto importante de
anclaje, de soporte.se encuentra en la parte posterior de las crestas
alveolares posteriores. Debe estar recubierta por la prótesis. Si está
demasiado engrosada, habrá que hacer una resección ósea. En ocasiones existen
hipertrofias de la mucosa que lo recubre. A veces son tan grandes que no caben
los dientes. Son zonas poco reabsorbibles.
Escotadura pterigomaxilar. Es donde se inserta
el ligamento pterigomaxilar. No hay que recubrirla para evitar problemas de
úlceras. Constituye el límite posterior exterior de la prótesis.
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