Conforme avanza la edad, el cuerpo sufre una infinidad de cambios morfológicos a nivel de sus tejidos y sistemas; en la mayoría de los casos, la salud del individuo se ve comprometida debido a problemas dentales, nutricionales, mentales y por patologías de fondo (cáncer, hipertensión, diabetes mellitus, insuficiencias cardiacas, entre otros). El mejor determinante que hace que un anciano acuda al dentista es que perciba una necesidad de tratamiento y que crea en la importancia de su salud oral. También es importante el número de piezas remanentes que se posean y el grado de conocimiento acerca de la viabilidad de los recursos dentales en la comunidad.
La producción continua de dentina ocasiona que la cámara pulpar disminuya su tamaño, así como los canales radiculares, vasos sanguíneos y fibras periodontales. Con la edad aparecen pigmentaciones en mucosa oral y piel, que se deben en la mayoría de los casos a una melanosis fisiológica o racial y pueden aparecer en cualquier región de la boca como carrillos, labios, lengua y encía.
La Gerodontología nace como disciplina que pretende sensibilizar e influir a los profesionales de la sanidad para que se pueda «reducir» la pasividad e ignorancia de los ancianos con relación a sus bocas y estructuras dentales, con el fin de procurarles un mayor bienestar y calidad de vida.
La investigación clínica ha demostrado que una mejor función cognitiva se relaciona con un mejor estado de salud oral. En los pacientes con alguna limitación motora, visual y mental, es fundamental indicar técnicas de aseo simples pero efectivas e implementar el uso de cepillos e hilo dental modificados a las necesidades de cada individuo porque, de lo contrario, las técnicas no tendrán los resultados esperados y aumentaría la frustración por parte del paciente.
Cómo debe adecuarse el consultorio dental para un paciente geriatrico.
El sentido común indica que el odontoestomatólogo debe esperar, progresivamente en los años venideros, un mayor auge de personas mayores de 65 años en las consultas y para tal deberá tener presentes las características que aseguren una buena atención dental (superadas las del desfase sobre conocimientos geriátricos). El gabinete dental tendrá un ambiente tranquilo, la sala de espera dispondrá en su mobiliario de sillas capacitadas para recibir ancianos (asientos algo más elevados, con apoyabrazos y tacos de goma en patas para evitar deslizamientos). Los aseos estarán señalizados y en el pasillo sería deseable poder contar con pasamanos. A poder ser, se eliminarán alfombras y el equipo dental tendrá un fácil acceso con cabeza móvil y adaptable a la cabeza del paciente. la escupidera será, también, móvil por las limitaciones en la rotación troncular y rigidez ostearticular tan frecuentes entre ellos.
Como ya se ha dicho, el profesional utilizará un lenguaje claro, sencillo, breve y no sometido a paternalismos ni tecnicismos.
Se plantearán intervenciones de corta duración y es muy importante que realice mayor y mejor interconexión con el médico de cabecera a fin de conocer la problemática médica subyacente a la dental que padece el paciente, junto a sus tratamientos farmacológicos. Todas las recomendaciones serán escritas y en caracteres bien legibles
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Haya Fernández M.C., Blasco Garrido I., Cabo Pastor M.B.. La atención odontológica del paciente geriátrico con deterioro cognitivo. Av Odontoestomatol [Internet]. 2015 Jun [citado 2020 Mar 17] ; 31( 3 ): 117-127. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-12852015000300002&lng=es. http://dx.doi.org/10.4321/S0213-12852015000300002
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