Las glándulas salivales son las primeras glándulas que se responsabilizan de secretar sustancias importantes para la digestión, se encuentran ubicadas en la cara y el cuello, además de clasificarse como glándulas de tipo exocrinas. Durante la digestión hay dos tipos de procesos que se realizan simultáneamente en la cavidad oral, la acción de trituración de los alimentos y la acción química de la saliva.
Dentro de la saliva se encuentra una enzima que se encarga de desintegrar químicamente los alimentos conocida como amilasa salival y de esta manera es como la saliva comienza sus una de sus funciones más importantes durante la digestión.
Entre las funciones principales de la saliva se encuentra la lubricación de las mucosas de la cavidad oral, para evitar ulceraciones y lesiones y funciones antisépticas que controlan el tipo de bacterias que se alojan en la boca.
Entre los tipos de glándulas salivales se encuentran las glándulas menores y las glándulas mayores.
Las glándulas salivales mayores son glándulas con una localización anatómica bien delimitada, estas son activadas gracias a un reflejo que desencadena una señalización eléctrica que estimula grandes cantidades de saliva, denominada fase cefálica de la digestión. De mayor a menor (en volumen e importancia) las glándulas salivales mayores son: parótida, submandibular y sublingual. Todas son pares y están ubicadas a cada lado de la boca, sumando en total seis: 2 parótidas, 2 submandibulares y 2 sublinguales.
La Glándula Parótida.
Es ma mayor de las glándulas ubicada en la celda parotídea en la región posterior de la boca y anterolateral del cuello con relación a la rama ascendente de la mandíbula. Es la responsable de la mayor cantidad de la saliva (entre 1 y 1.5 litros por día) siendo predominante su secreción de saliva serosa.
Glándula submandibular (o submaxilar).
Es de tamaño menor que la parótida y se ubica en el piso de la boca, en relación con la rama horizontal de la mandíbula. Secreta saliva de tipo seromucinoso.
Glándula sublingual
Se ubica por debajo de la mucosa que recubre la base de la lengua en el surco alveololingual. Su secreción es similar a la de la glándula submaxilar.
Las glándulas salivales menores se encuentran dispersas en la mucosa bucal, a excepción de la encía y el paladar duro; se clasifican como palatinas, linguales, genianas, labiales y vestibulares, son responsables de la secreción de saliva constante y en volumen limitado.
Histologicamente son glándulas mixtas que presentan túbulos y acinos, y según el tipo de célula predominante se clasifican en serosas, mucosas y mixtas.
Las glándulas de tipo seroso son responsables de secretar una saliva más fluida y cristalina, rica en ptialina, mientras que en las otras una saliva más densa rica en mucina.
Enfermedades de las glándulas salivales
La glándulas salivales, al igual que cualquier otra estructura del organismo, son susceptibles de padecer diversos tipos de enfermedades tanto benignas como malignas.
Si bien la variedad de enfermedades de las glándulas salivales es muy amplia, los tres problemas de salud más frecuentes que las afectan son las infecciones, la litiasis y los tumores.
Infección
La infección más frecuente y común de las glándulas salivales es la parotiditis. Por lo general afecta a las glándulas parótidas de manera bilateral, provocando inflamación, dolor y fiebre con una duración de tres a siete días.
Se trata de una infección viral de la cual es responsable el virus de la parotiditis, siendo más frecuente durante la infancia. Esta infección no cuenta con tratamiento específico ya que se trata de una enfermedad autolimitada (cede sin tratamiento); simplemente se suministra tratamiento de soporte para aliviar los síntomas.
Si bien hace pocas décadas era una infección muy frecuente, en la actualidad los casos de parotiditis son cada vez menos debido al desarrollo de una vacuna muy efectiva. Esta escasez de casos se observa en especial en países donde la cobertura vacunal es amplia.
Litiasis salival
La litiasis o cálculos suele asociarse por lo común con la vía urinaria (litiasis renal) y la vía biliar (vesícula y vías biliares). Sin embargo, al igual que sucede con cualquier glándula que secreta una mezcla de agua y compuestos sólidos, la saliva es proclive a generar cálculos si se dan las condiciones.
Cuando esto ocurre se habla de una litiasis salival o sialolitiasis, que no es más que la formación de pequeñas piedras en el interior de la glándula que eventualmente migran a través del conducto excretor de esta glándula.
Si bien se trata de una entidad asintomática, una vez que el sialolito (nombre técnico del cálculo salival) migra a través del conducto excretor, existen altas probabilidades de que quede atascado. Es entonces cuando aparecen los síntomas.
Por lo general estos se caracterizan por dolor, tumefacción de la glándula afectada e inflamación de la zona. Según el tamaño del cálculo y su localización pueden realizarse diferentes tratamientos orientados a la remoción del cálculo.
Tumores
Los tumores de las glándulas salivales suelen ser benignos. El más frecuente es el adenoma pleomórfico de la parótida. Sin embargo, tal como sucede en cualquier otra glándula, las salivales pueden ser asiento de tumores malignos del tipo de los adenocarcinomas, que son tumores que se forman en el epitelio glandular.
En ambos casos, el tratamiento inicial es la cirugía. Sin embargo, la extensión de esta varía en función de la malignidad del tumor, así como de la necesidad de cirugía complementaria y del vaciamiento ganglionar regional.
En los casos de tumores malignos de las glándulas salivales muy agresivos y extensos, se puede usar radioterapia con grados diferentes de éxito.
La disfunción o la inflamación de las glándulas salivales puede disminuir la producción de saliva.
La disminución de la producción de saliva causa sequedad de boca y caries dental.
Los médicos pueden medir el flujo salival, o bien realizar una biopsia del tejido de las glándulas salivales.
Varias clases de trastornos afectan a las glándulas salivales:
Disfunción de las glándulas salivales: La disfunción de las glándulas salivales es más común en los adultos y por lo general implica muy poca producción de saliva. La boca se reseca cuando el flujo de saliva es insuficiente o casi inexistente, y esta situación se denomina xerostomía (sequedad de boca).
Ciertos trastornos pueden reducir la producción de saliva:
-Trastornos como el síndrome de sjogren la artritis reumatoide y el lupus (lupus eritematoso sistémico).
-Las infecciones, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
-Fármacos, como ciertos antidepresivos, antihistamínicos, antipsicóticos, fármacos para el tratamiento del Parkinson, sedantes,metildopa, diuréticos y la metanfetamina ilegal
Dolor crónico
La quimioterapia o la radiación de cabeza y cuello para el tratamiento del cáncer, o el yodo radiactivo para el tratamiento del cáncer de tiroides
La sequedad de la boca debida a irradiación suele ser permanente, en especial si la dosis de radiación ha sido alta; cuando se produce tras la quimioterapia, suele ser temporal.
Sin embargo, no todos los casos de sequedad de boca están causados por una disfunción de las glándulas salivales. Por ejemplo, la sequedad de boca puede estar causada por:
Beber una cantidad insuficiente de líquido
Respirar por la boca
Ansiedad o estrés
Así mismo, la boca puede resecarse un poco a medida que la persona envejece, aunque en tales casos la sequedad probablemente se debe al aumento de la probabilidad de tomar un fármaco que cause sequedad de boca, en lugar de al proceso de envejecimiento en sí.
La saliva ofrece una considerable protección natural frente a la caries dental; por eso, una cantidad inadecuada de saliva puede provocar más caries, en especial en las raíces dentales. Si la sequedad de la boca es intensa, puede provocar dificultad para hablar y tragar.
En raras ocasiones, las glándulas salivales producen demasiada saliva, lo que suele ocurrir al tomar ciertos alimentos, por ejemplo los alimentos ácidos, y el incremento en la producción de saliva suele ser muy breve. A veces, el simple hecho de pensar en comer estos alimentos puede aumentar la producción de saliva.
Cálculos salivales (sialolitiasis; concreciones salivales).
Un cálculo salival puede formarse a partir de sales presentes en la saliva. Es especialmente probable que se formen cálculos salivales en personas deshidratadas o que toman fármacos que reducen la producción de saliva. Las personas con gota también tienen más probabilidades de formar cálculos salivales. Son más frecuentes en los adultos, y el 25% de las personas con sialolitiasis tienen más de un cálculo.
Los cálculos salivales crean problemas cuando bloquean el tubo (conducto) que conduce la saliva desde la glándula hacia la boca. La obstrucción provoca que la saliva retroceda hacia el interior del conducto, causando una inflamación dolorosa de las glándulas salivales. Un conducto obstruido y una glándula llena de saliva estancada pueden infectarse con bacterias.
Los síntomas típicos del bloqueo del conducto salival son la hinchazón y el dolor sobre la glándula afectada; ambos empeoran después de comer, sobre todo al comer algo que estimule el flujo de saliva (como pepinillos o zumo de limón), ya que cuando el conducto está bloqueado la saliva no puede salir y la glándula se inflama. La hinchazón puede reducirse en unas cuantas horas, y el conducto puede liberar un chorro de saliva. Algunos cálculos salivales no producen síntomas.
Infección de las glándulas salivales: La mayoría de las infecciones de las glándulas salivales se producen en personas con bloqueo del flujo de saliva (por ejemplo por sialolitiasis), o con un flujo de saliva muy reducido. La infección es más común en la glándula parótida y por lo general ocurre en personas que: Tienen entre 50 y 70 años. Sufren una enfermedad crónica y la boca seca. Tienen el síndrome de sjogren. Se han sometido a radioterapia en el área de la boca o a terapia con yodo radiactivo para el cáncer de tiroides
Los adolescentes y los adultos jóvenes con anorexia también son propensos a esta infección.Staphylococcus aureus suele ser el organismo causante de la infección.
A veces, se forma una acumulación de pus (absceso) en la glándula, y se excreta una pequeña cantidad de pus a través del conducto glandular. La glándula infectada se inflama y provoca mucho dolor, y a menudo la piel sobre la glándula se enrojece y es sensible al tacto.
Inflamación de las glándulas salivales: Las paperas (parotiditis) en la infancia, ciertas infecciones bacterianas (por ejemplo, de las amígdalas o de los dientes) y otras enfermedades, que suelen ser más frecuentes en los adultos (como el sida, el síndrome de sjogren la diabetes mellitus y la bulimia), suelen causar inflamación de las principales glándulas salivales.
La inflamación también puede ser consecuencia de un cáncer (maligno) o de un tumor no canceroso (benigno) en las glándulas salivales. La tumefacción causada por un tumor suele ser más firme que la causada por una infección. Si el tumor es canceroso, la glándula puede notarse dura como una piedra y estar muy adherida a los tejidos circundantes. La mayoría de los tumores benignos son móviles.
A veces es posible extirpar las obstrucciones, pero otras es necesario utilizar sustitutos de la saliva.
Hay tres pares principales de glándulas salivales en la boca.
Las glándulas parótidas, el par de mayor tamaño, situadas justo detrás del ángulo de la mandíbula, por debajo y delante de los oídos.
Las glándulas sublinguales y las glándulas submaxilares (los dos pares más pequeños) se sitúan a cierta profundidad por debajo del suelo de la boca.
Además de estas glándulas principales, hay muchas otras diminutas distribuidas por toda la boca. Todas estas glándulas producen saliva, lo cual ayuda a descomponer los alimentos como parte del proceso digestivo.
TRATAMIENTO
Para la sequedad de boca, una buena higiene dental y a veces fármacos
Para los cálculos, analgésicos, fluidos, medidas físicas, o en ocasiones extirpación
Para la infección, antibióticos y medidas físicas
Para la hinchazón, varios tratamientos, entre los que posiblemente se incluya la cirugía
Para la boca seca, se debería: evitar los fármacos que disminuyan la producción de saliva. Cepillarse los dientes y utilizar hilo dental regularmente. Utilizar enjuagues de fluoruro. Visitar a su dentista para una exploración y una limpieza cada 3-4 meses
Algunos dentistas recomiendan la utilización, durante la noche, de fundas dentales de plástico que contengan fluoruro. A veces, los fármacos que aumentan la producción de saliva, como la cevimelina y la pilocarpina, ayudan a aliviar los síntomas. Es posible que estos medicamentos no resulten útiles si las glándulas salivales se han dañado por radiación.
Para los cálculos salivales pueden tomarse calmantes para el dolor (analgésicos), beber abundante líquido, masajear las glándulas, aplicar compresas calientes y desencadenar el flujo de saliva con limón en zumo o en rodajas, caramelos ácidos o una combinación de ellos. Si el cálculo salival no sale por sí solo, el odontólogo puede extraerlo presionando ambos lados del conducto. Si esto falla, intentará desalojarlo con un instrumento similar a un alambre fino. Como último recurso, el cálculo puede extirparse mediante cirugía.
Para la infección de las glándulas salivales se administran antibióticos y se recomienda a la persona que se masajee las glándulas afectadas y les aplique compresas tibias. Un absceso salival debe abrirse y drenarse.
El tratamiento de la hinchazón de las glándulas salivales varía en función de la causa. Un mucocele que no desaparezca por sí solo puede extirparse mediante cirugía si resulta molesto. De igual modo, los tumores de las glándulas salivales, tanto cancerosos como no cancerosos, por lo general pueden extirparse quirúrgicamente.
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