La nutrición es una herramienta económica y eficaz, olvidada en la terapéutica clínica diaria, avanzamos tecnológicamente y científicamente y no consideramos intervenciones tan simples como una equilibrada dieta. Estados nutricionales precarios o deficiencias nutricionales, retrasan y/o impiden los procesos que permiten la progresión de las diferentes etapas de la cicatrización e incluso pueden favorecer la aparición de nuevas lesiones.
El primer eslabón para promover el proceso de la reparación de las heridas es conocer el estado general y nutricional del paciente mediante la evaluación clínica (historia médica, psico-social y examen físico), antropométrica (índice de masa corporal, talla, peso, etc.) y análisis bioquímicas (hemograma, transferrina, albúmina, triglicéridos, micronutrientes, etc.). Una vez determinado el estado integral el siguiente paso es generar un plan nutricional adecuado, cualitativa y cuantitativamente, a las necesidades específicas e individuales de cada paciente, continuando con un seguimiento y reevaluación de la eficacia de las medidas llevadas a cabo en el programa establecido de forma rutinaria y con un equipo multidisciplinar.
Heridas existen muchas y de diferentes etiologías, pero en su definición conceptual, es una pérdida de continuidad de la piel o mucosa con afectación variable de estructuras subyacentes, causada por algún agente productor. Se pueden clasificar las heridas de distintas formas, pero según el tiempo de evolución están las lesiones agudas, que tienen una rápida disposición a la cicatrización espontánea por primera intención (lesiones quirúrgicas, traumáticas, etc.) y las crónicas, "Heridas Complejas, Tórpidas", con una cicatrización más pausada por segunda intención (úlceras por presión, lesiones vasculares, neuropatías, neoplásicas, etc.).
La curación de la herida con éxito requiere un adecuado aporte de energía, nutrientes y oxigeno en "in situ". La cicatrización es un proceso de reparación de un tejido donde se ha producido una ruptura de capas que se amplía hacia la dermis; Está compuesta por diferentes fases (hemostasia, inflamación, proliferación y remodelación), cada una de las cuales tienen distintos fenómenos fisiológicos, dinámicos; cada etapa requiere de la anterior para llevar a cabo el proceso biológico y celular de reparación.
Son nutrientes esenciales orgánicos e inorgánicos (vitaminas y oligoelementos) que se encuentran en pequeñas cantidades en nuestro organismo y son necesarios para la salud, sin embargo, no aportan energía.
Las vitaminas son unos nutrientes orgánicos, esenciales y vitales que deben formar parte importante de una dieta equilibrada para el desarrollo, crecimiento y mantenimiento adecuado del organismo. Actúan como sustancias reguladoras formando parte, habitualmente como coenzimas, en los procesos metabólicos del cuerpo.
Se precisa 13 vitaminas, las cuales las podemos agrupar en función de su solubilidad en: Vitaminas liposolubles: A (retinol), D (Colecaldiferol), E (Tocoferol) y K (Filokinona) que se almacenan en el tejido graso, y Vitaminas hidrosolubles: se utilizan inmediatamente , C (ácido Ascórbico), B1 (tiamina), B2 (Riboflavina),Vitamina B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (Piridoxina), B7 (Biotina), B9 (Ácido fólico), B12 (Cianocobalamina), y son eliminadas por el riñón, salvo la vitamina B12 que puede ser almacenada en el hígado durante largo plazo de tiempo.
Cada vitamina tiene múltiples funciones como cofactores enzimáticos en gran cantidad de procesos bioquímicos en nuestro organismo, uno de los cuales está relacionado con el proceso de cicatrización de las heridas. Tanto la deficiencia (Avitaminosis) de las vitaminas como el exceso de las mismas (hipervitaminosis) van a generar graves problemas generales de salud y específicos en las heridas.
Existen determinados factores de riesgo que van a influir sobre el estado nutricional vitamínico, sobre todo en personas mayores, como son: los factores socioculturales y económicos, estados físicos, psicológicos y sensoriales, Alcoholismo, fármacos y reservas insuficientes de vitaminas por disminución de su ingesta.
A pesar de la amplia documentación teórica existente sobre los beneficios de las vitaminas en promoción a la cicatrización, se desconoce el consumo óptimo de nutrientes implicados en este proceso, por lo que no existen unas recomendaciones estandarizadas.
Ver más en:
Carrera Castro Carmen. En la naturaleza está la respuesta: "micronutrientes: las vitaminas, agentes terapéuticos en las heridas". Enferm. glob. [Internet]. 2013 Jul [citado 2020 Ago 20] ; 12( 31 ): 273-289. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412013000300017&lng=es.
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