El traumatismo dentoalveolar (TDA) es considerado una patología irreversible, que incluye un conjunto de lesiones que comprometen a los dientes y/o sus estructuras de soporte, a consecuencia de un impacto violento directo o indirecto. La mayoría de los TDA involucran dientes del sector anterior, muchas veces estos tienen diversas consecuencias, entre ellas restricciones dietarias, cambios en la apariencia física, dificultades fonéticas e impactos psicológicos que pueden afectar la calidad de vida del individuo afectado. Estas lesiones son comunes no sólo en deportes de alto riesgo de contacto (como box, artes marciales mixtas, hockey o rugby), si no también en otros deportes en que el riesgo de contacto no es tan patente (como skateboard, snowboard, montain bike, básquetbol, gimnasia y patinaje).
Las lesiones dentales durante la práctica deportiva, causan a menudo dolor y gran angustia de que puedan tener un efecto perjudicial psicológico sobre el atleta y su futuro desempeño deportivo. Además de que representa un costo elevado y dificultad para el tratamiento dental. En niños, es común sufrir lesiones en dientes con formación radicular incompleta. La prevalencia de lesiones dentales en la dentición permanente de sujetos jóvenes se estima que es de un 5 a un 29 %; la afección en varones es del 2:1 respecto a las mujeres. La lesión dental más frecuente es la fractura coronal no complicada, seguida de la concusión, la subluxación y la avulsion. Llama la atención el hecho de que los entrenadores comúnmente no cuentan con un conocimiento de cómo manejar estas lesiones cuando se presentan y es de suma importancia ya que son ellos los que, en muchos casos, se enfrentan en primera instancia a estas situaciones. Los pacientes con maloclusión clase II división I, con incisivos proclinados y sobremordida horizontal, son los más propensos a sufrir traumatismos orodentales. Así también en pacientes con maloclusión clase III. Las lesiones más comunes en tejidos blandos son las laceraciones de los labios y carrillos, que se producen por los bordes afilados de los dientes.
Se resalta la relación entre la causa de la lesión durante el deporte y el número de dientes que resultan dañados. Por ejemplo, una patada o un golpe de uno a otro participante normalmente causa daño en un diente; mientras que una caída o un golpe de un objeto duro normalmente resulta en daño a dos o más dientes. La institución: National Youth Sports Foundation For The Prevention of Atlhetics Injury Inc. con sede en estados unidos, presentó un estudio en el que las victimas de avulciones, cuyo dientes no se conservaron o reimplantaron adecuadamente pueden gastar hasta 15000 dólares por diente, además de que pueden desarrollar otros problemas dentales como enfermedad periodontal. Otros tipos de lesiones menos frecuentes incluyen fracturas de maxilar o mandíbula ya que es susceptible en la porción de los cóndilos y en zonas de extracciones recientes
Los protectores bucales (PBs) han sido considerados como el principal medio de protección para minimizar las heridas orales en actividades deportivas. Los PBs reducen la severidad de la injuria y previenen laceraciones de tejidos blandos, el desplazamiento, fractura o avulsión de dientes, fracturas de proceso alveolar, entre otros. Los PBs ofrecen protección absorbiendo y disipando la energía de impactos que de no estar presentes serían transferidos directamente a los tejidos dentales. Más aún, existe evidencia que reporta que los PBs son efectivos también en proteger contra concusión cerebral e injurias a columna cervical y articulación temporo-mandibular.
Los factores que se considera que influyen en la aceptación de los protectores bucales de los atletas son:
- Comodidad
- Resistencia al desgaste
- Estabilidad
- Retención
- Capacidad para hablar y respirar del deportista.
De acuerdo a la Academy for Sports Dentistry (ASD) existen tres tipos de PBs disponibles:
- Tipo 1: Prefabricados o no adaptables, “ready to use”, cubeta preformada sin capacidad para adaptarse. Este tipo de PB es de bajo costo, en general de polivinilcloruro, poliuretano, o un copolímero de vinil acetato o etileno. Se vende en tamaños limitados y tiene poca retención y adaptación a los tejidos. Para ejercer su acción preventiva requiere que el sujeto esté ocluyendo, por tanto, interfiere con la respiración y la capacidad para hablar. Por estas razones es considerado como el de menor protección.
- Tipo 2: Adaptables en boca. El más común de ellos se conoce como “boil-and-bite”, que es una cubeta estándar de material termoplástico que se puede ajustar después de mantenerlo en agua caliente. Este ajuste se realiza con los dedos y presión de la lengua y mejillas, lo podría realizar el paciente, pero se ha recomendado sean adaptados por un dentista. Se discute su eficacia, ya que puede quedar muy delgado en algunas zonas, y no ser capaz de amortiguar los impactos de manera efectiva.
- Tipo 3: Individualizados, se realizan sobre modelos obtenidos a través de una impresión de alginato, por lo general se confeccionan en EVA (polietileno acetato de polivinilo). De costo más elevado y por lo general se realizan en laboratorios dentales. Estos PBs son diseñados individualmente y ajustados a la anatomía bucal del modelo por dos técnicas:
- Técnica de formación al vacío o por estampado: Requiere de máquina de vacío (estampadora), en que una única lámina termoplástica, se calienta y ajusta al modelo por succión (equivalente a aproximadamente una atmosfera de presión). Se obtienen protectores de una capa, con variables grado de grosor.
- Técnica de laminado a presión: Se utiliza una máquina de presión laminado, la combinación de calor y presión (hasta 10 atmósferas) permite adaptar la lámina al modelo. Capas adicionales se pueden laminar (usualmente 2 o 3 capas de EVA) hasta lograr el espesor necesario, permite añadir o aumentar el grosor en zonas específicas, presenta un ajuste más preciso que la técnica por vacío.
A pesar del mayor costo económico de los PBs individualizados, la literatura demuestra que presentan numerosas ventajas frente a las otras alternativas incluyendo mayor protección, mejor retención, confort y un deterioro más lento.
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