Desarrollo de los miembros

El desarrollo de los miembros embrionarios comienza en la cuarta semana de gestación. Los miembros superiores e inferiores se desarrollan de manera similar, pero a diferentes velocidades y en diferentes posiciones en el embrión.



El desarrollo de los miembros comienza con la formación de pequeñas protuberancias en los lados del embrión conocidas como yemas de los miembros. Estas yemas se componen de células mesenquimales y se encuentran en los segmentos torácicos y lumbares del embrión.


Durante la quinta semana, las yemas de los miembros comienzan a crecer y se diferencian en tres partes principales: el brazo o la pierna, el antebrazo o la pantorrilla y la mano o el pie. La formación de los huesos, músculos y articulaciones se produce en el siguiente orden: primero se forman los huesos, luego los músculos y, finalmente, las articulaciones.


A las seis semanas de gestación, los dedos de las manos y los pies se pueden distinguir claramente y están separados por surcos que se denominan hendiduras interdigitales. En la séptima semana, las uñas comienzan a desarrollarse.


A medida que el feto crece, los miembros se mueven y realizan movimientos espontáneos. Los músculos y las articulaciones se desarrollan más y el feto puede realizar movimientos voluntarios de los brazos y las piernas.


En resumen, el desarrollo de los miembros embrionarios comienza con la formación de yemas de los miembros en los lados del embrión, que crecen y se diferencian en brazos, piernas, manos y pies. La formación de los huesos, músculos y articulaciones sigue este proceso y los dedos de las manos y los pies se pueden distinguir claramente en la sexta semana. A medida que el feto crece, los movimientos de los miembros se vuelven más complejos y coordinados.

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