El sistema esquelético es responsable de proporcionar soporte y protección al cuerpo, así como de permitir el movimiento y la producción de células sanguíneas. El desarrollo del sistema esquelético comienza durante la tercera semana de gestación y continúa hasta la adolescencia.
Durante la tercera semana de gestación, el mesodermo se diferencia en mesénquima, que se organiza en estructuras llamadas somitas. Los somitas dan lugar a las vértebras, costillas y músculos del tronco. En la quinta semana de gestación, los somitas comienzan a diferenciarse en esclerotomo y dermomiótomo. Los esclerotomos se dividen en dos regiones: el esclerotomo craneal y el esclerotomo caudal. El esclerotomo craneal da origen a los huesos del cráneo y la clavícula, mientras que el esclerotomo caudal da origen a las vértebras y costillas.
Durante la sexta semana de gestación, las células mesenquimales en los esclerotomos se condensan y se diferencian en células osteoprogenitoras, que son las células que dan lugar a los osteoblastos, las células que forman el hueso. Los osteoblastos comienzan a depositar matriz ósea alrededor de las células mesenquimales, formando cartílago que se convierte en hueso a medida que se calcifica. Al final de la octava semana de gestación, la mayoría de los huesos del esqueleto fetal están presentes en forma cartilaginosa.
A medida que el feto continúa creciendo, el cartílago se osifica y se forma hueso. Este proceso de osificación ocurre en dos formas: osificación endocondral y osificación intramembranosa. La osificación endocondral ocurre en la mayoría de los huesos y comienza con la formación de un molde de cartílago que se calcifica y luego es invadido por vasos sanguíneos y células osteoblásticas, que depositan hueso en lugar del cartílago. La osificación intramembranosa ocurre en los huesos planos, como los huesos del cráneo, y comienza con la diferenciación de células mesenquimales directamente en células óseas.
El sistema esquelético continúa desarrollándose y creciendo durante la infancia y la adolescencia, a medida que los huesos se alargan y se ensanchan para acomodar el crecimiento del cuerpo. También se producen cambios en la densidad ósea y la fuerza debido a la actividad física y la nutrición.
En conclusión, el sistema esquelético se desarrolla a partir del mesodermo durante la tercera semana de gestación y continúa hasta la adolescencia. Los somitas dan origen a las vértebras, costillas y músculos del tronco, mientras que los esclerotomos dan origen a los huesos del cráneo, vértebras, costillas y clavícula. El hueso se forma a partir de células osteoprogenitoras que se diferencian en osteoblastos y depositan matriz ósea.
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