Primera semana embrionaria

La primera semana embrionaria es un período muy breve que comienza con la fertilización del óvulo por el espermatozoide y termina cuando el embrión alcanza el estadio de mórula.



Durante esta primera semana, el embrión en desarrollo experimenta una serie de transformaciones y eventos clave, incluyendo:


  • Fertilización: El proceso de fertilización ocurre cuando un espermatozoide se une con un óvulo, creando un cigoto que contiene la información genética de ambos padres.
  • Segmentación: Durante las primeras horas después de la fertilización, el cigoto comienza a dividirse por mitosis en dos células, luego en cuatro, luego en ocho y así sucesivamente. Este proceso de segmentación da como resultado un grupo de células llamado mórula.
  • Viaje a través de la trompa de Falopio: A medida que la mórula continúa dividiéndose, comienza a viajar hacia el útero a través de la trompa de Falopio. Este viaje dura aproximadamente tres días.
  • Blastocisto: Alrededor del quinto o sexto día después de la fertilización, la mórula se transforma en un blastocisto, una estructura esférica hueca compuesta por dos tipos de células: el trofoblasto, que formará la placenta, y el embrioblasto, que dará lugar al embrión.
  • Implantación: El blastocisto finalmente se adhiere al revestimiento del útero en un proceso conocido como implantación, que comienza alrededor del sexto o séptimo día después de la fertilización y dura varios días.


En resumen, durante la primera semana embrionaria, el embrión experimenta una serie de cambios críticos que lo llevan desde la fertilización hasta la implantación. Aunque es un período corto, la primera semana es vital para el desarrollo posterior del embrión, ya que establece las bases para la formación de los tejidos y órganos fundamentales del cuerpo.

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