Saliva

La saliva es un líquido transparente y viscoso que se produce en las glándulas salivales de la boca. La saliva tiene una composición compleja que incluye agua, proteínas, sales, enzimas y otros componentes. La saliva cumple varias funciones importantes en la cavidad oral y en la digestión.

Una de las funciones más importantes de la saliva es la lubricación de la cavidad oral. La saliva actúa como un lubricante natural que facilita la deglución de los alimentos y la articulación del habla. Además, la saliva también ayuda a mantener húmeda la mucosa oral, lo que previene la sequedad de la boca y la formación de llagas.

La saliva también tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a prevenir la infección de la cavidad oral. La saliva contiene enzimas como la lisozima y la lactoferrina que tienen actividad bactericida y antiviral. Estas enzimas actúan como una primera línea de defensa contra los microorganismos que pueden ingresar a la cavidad oral.

Otra función importante de la saliva es la digestión de los alimentos. La saliva contiene enzimas como la amilasa salival que comienza la descomposición de los carbohidratos en la boca. La amilasa salival actúa sobre los carbohidratos complejos, como el almidón y la glucógeno, convirtiéndolos en azúcares más simples que son más fáciles de digerir en el tracto gastrointestinal.

Además de sus funciones en la cavidad oral y la digestión, la saliva también es un líquido importante para la investigación médica. La saliva se puede recolectar de manera no invasiva, lo que la convierte en un medio útil para la detección de enfermedades y la monitorización de la salud. La saliva puede contener biomarcadores de enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades autoinmunitarias, lo que la convierte en una herramienta valiosa para el diagnóstico y seguimiento de estas enfermedades.

En conclusión, la saliva es un líquido importante que cumple varias funciones en la cavidad oral y en la digestión. La saliva lubrica la cavidad oral, previene la infección y ayuda en la digestión de los alimentos. Además, la saliva también es un líquido importante para la investigación médica, ya que se puede recolectar de manera no invasiva y puede contener biomarcadores de enfermedades.