Enfermedad oclusal

La enfermedad oclusal se refiere a un desequilibrio en la forma en que los dientes superiores e inferiores se encuentran cuando la boca está cerrada. Cuando los dientes no encajan correctamente, puede haber una distribución desigual de la fuerza de la mordida, lo que puede llevar a problemas en los dientes, las encías, los músculos y la articulación temporomandibular (ATM).



La enfermedad oclusal puede manifestarse de varias maneras. Los síntomas pueden incluir dolor o incomodidad al masticar, dolor en los dientes o en la mandíbula, dolores de cabeza, dolor de cuello y/o espalda, desgaste de los dientes, fracturas dentales, dientes sueltos y encías inflamadas o sangrantes. También puede causar problemas con la articulación temporomandibular, lo que puede provocar dolor facial, chasquidos o crujidos al abrir o cerrar la boca, dificultad para abrir o cerrar la boca y dolor en el oído.


La enfermedad oclusal puede ser causada por varias razones, como la mala alineación de los dientes, la pérdida de dientes, la colocación de prótesis dentales, el bruxismo (apretar o rechinar los dientes), y los traumatismos dentales. El tratamiento depende de la causa subyacente y de la gravedad del problema, y puede incluir la colocación de prótesis dentales, la ortodoncia, la terapia oclusal, la fisioterapia y la medicación.


Es importante que las personas mantengan una buena higiene dental y realicen chequeos regulares con un dentista para prevenir la enfermedad oclusal y detectar cualquier problema a tiempo. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro y mejorar la calidad de vida.

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