Erosion dental

La erosión dental es la pérdida progresiva de la estructura dental dura debido a la exposición crónica a ácidos. Los ácidos pueden provenir de fuentes externas, como bebidas y alimentos ácidos, o internas, como los ácidos estomacales que se regurgitan en la boca debido al reflujo gastroesofágico o a los trastornos alimentarios.




La erosión dental puede afectar a cualquier superficie dental, pero generalmente ocurre en la superficie vestibular de los dientes posteriores y en la superficie palatina de los dientes anteriores. Los síntomas pueden incluir sensibilidad dental, cambios en la apariencia dental (como una superficie más suave, transparente o amarillenta) y aumento del riesgo de caries dental.

La erosión dental puede prevenirse mediante la reducción de la exposición a ácidos, como evitar el consumo excesivo de bebidas y alimentos ácidos, beber agua después de las comidas y evitar cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir ácidos. También se puede considerar el uso de enjuagues bucales con fluoruro para ayudar a fortalecer los dientes y la realización de una limpieza dental profesional regular para detectar y tratar la erosión dental temprana. En casos avanzados, puede ser necesario un tratamiento restaurativo, como la colocación de carillas dentales o coronas, para proteger los dientes erosionados y restaurar la función y la apariencia dental.

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