La estabilidad oclusal se refiere a la capacidad de los dientes y las estructuras de soporte para resistir y mantener una relación oclusal adecuada y funcional a lo largo del tiempo. La estabilidad oclusal es importante porque una oclusión inestable puede causar problemas de masticación, dolor en la articulación temporomandibular, desgaste dental, pérdida de dientes, sensibilidad dental y otros problemas de salud oral.
La estabilidad oclusal se puede lograr mediante un adecuado diagnóstico y plan de tratamiento, que debe incluir la consideración de varios factores, como la morfología dental, la relación maxilomandibular, la guía incisal y la función muscular. También es importante considerar los cambios en la oclusión que pueden ocurrir debido a la edad, la pérdida dental o la enfermedad periodontal.
Después del tratamiento, se deben realizar controles regulares para evaluar la estabilidad oclusal y hacer ajustes según sea necesario. Esto puede incluir la colocación de dispositivos de retención, la realización de ajustes oclusales y la monitorización de la función muscular y articular.
En resumen, la estabilidad oclusal es importante para la salud y el bienestar del paciente y requiere una evaluación cuidadosa y un enfoque integral en el diagnóstico y el tratamiento de los problemas oclusales.
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