Oclusion posterior

La oclusión posterior se refiere a la forma en que los dientes posteriores (molares y premolares) se relacionan entre sí durante la masticación y el cierre mandibular. También se conoce como "oclusión de trabajo" o "oclusión en función".



En una oclusión posterior ideal, los dientes posteriores deben estar en contacto simultáneo y uniforme al morder y moler los alimentos, lo que permite una distribución equilibrada de las fuerzas de masticación. Cualquier interferencia oclusal, es decir, puntos de contacto prematuros o falta de contacto entre los dientes, puede resultar en problemas de la articulación temporomandibular (ATM), desgaste excesivo de los dientes, dolor dental y otros síntomas relacionados con la oclusión.


El diseño de la oclusión posterior depende de varios factores, como la forma, el tamaño y la posición de los dientes, la forma de la arcada dental, la relación entre los maxilares superior e inferior y la guía anterior. Para lograr una oclusión posterior óptima, se pueden realizar tratamientos como la ortodoncia, la reconstrucción dental y la colocación de prótesis dentales, según la necesidad del paciente.

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