La oclusión se refiere a la relación entre los dientes superiores e inferiores cuando la boca está cerrada.
Hay varios factores que pueden influir en la determinación de la oclusión de una persona, incluyendo:
- Anatomía dental: la forma, el tamaño y la posición de los dientes y las arcadas dentales pueden afectar la oclusión.
- Desarrollo dentofacial: el crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares y mandibulares pueden influir en la oclusión. Las anomalías en el crecimiento de los huesos maxilares y mandibulares pueden llevar a maloclusiones.
- Pérdida de dientes: la pérdida de dientes puede afectar la oclusión al cambiar la relación entre los dientes restantes.
- Bruxismo y otros trastornos de la articulación temporomandibular: el bruxismo, el apretamiento dental y otros trastornos de la articulación temporomandibular pueden afectar la oclusión.
- Tratamiento dental previo: el tratamiento dental previo, como las extracciones dentales o la colocación de coronas o puentes, puede afectar la oclusión.
- Hábitos orales: los hábitos orales, como el chupeteo del dedo o la succión del pulgar, pueden afectar el crecimiento y desarrollo de las arcadas dentales y la oclusión.
Es importante que un dentista evalúe todos estos factores para determinar la oclusión de una persona y planificar cualquier tratamiento necesario para corregir problemas de maloclusión y mejorar la función masticatoria y la estética.
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