Los medicamentos antiparasitarios son los que se usan para tratar las parasitosis; infecciones que son producidas por parasitos, Se pueden encontrar en el aparato digestivo humano. Hay dos grupos diferentes: los protozoos y los helmintos.
Los síntomas cambian según el parásito de que se trata. Los más comunes son: prurito (picor) anal, dolor y distensión abdominal, vómitos, diarrea y fiebre. Otros menos frecuentes son pérdida de peso, malestar, tos, alteraciones del sueño e irritabilidad.
Los síntomas cambian según el parásito de que se trata. Los más comunes son: prurito (picor) anal, dolor y distensión abdominal, vómitos, diarrea y fiebre. Otros menos frecuentes son pérdida de peso, malestar, tos, alteraciones del sueño e irritabilidad.
Las parasitosis más frecuentes en nuestro entorno y los fármacos que se emplean para curarlas son:
- Giardia Lamblia: Metronidazol o Tinidazol
- Cryptosporidiosis: rehidratación oral o intravenosa.
- Enterobius vermicularis: Mebendazol ó Pamoato de pirantel.
- Ascaris lumbricoides: Mebendazol ó Albendazol
- Trichuris thrichura: Mebendazol
- Tenias (saginata, solium): Praziquantel
- Hymenolepis nana: Praziquantel
En algunos casos debe repetirse el tratamiento un cierto tiempo después (por ejemplo, 15 días en los oxiuros). Es para eliminar los parásitos adultos que han nacido de los huevos que resistieron las primeras dosis de medicamento.
Los antiparasitarios actúan directamente sobre el parásito en el tubo digestivo humano. Alteran su estructura y provocan su destrucción. En general, se toleran bien. Sus efectos secundarios son leves.
- El Metronidazol puede producir trastornos digestivos, pérdida de apetito, urticaria y picor de la piel, cefalea y alteraciones de la visión.
- El Mebendazol y el Albendazol pueden causar molestias digestivas, dolor de cabeza y disminución de los glóbulos blancos (raro).
- El pamoato de pirantel puede provocar disminución de apetito, náuseas y vómitos, calambres abdominales y diarrea.
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